El amaño de partidos, un mal endémico que amenaza la integridad del deporte
Fuente: Expansion.com
El escándalo del Eldense ha puesto de nuevo el foco de atención en el amaño de partidos, una práctica tan extendida, que los organismos que tratan de combatirla advierten de que el 'match fixing' (como se denomina en inglés) es ya la mayor amenaza a la que se enfrenta el deporte en este siglo.
Las
apuestas ilegales existen desde que se inventó el deporte, pero la
globalización de las casas de juego a través de Internet ha convertido
el fraude en norma. Mafias y organizaciones criminales han encontrado el
paraíso fiscal perfecto para blanquear el dinero procedente de sus
actividades delictivas, con Asia como mercado principal desde el que
operar. El limbo regulatorio del sector, la dificultad de que
autoridades, organismos internacionales y federaciones trabajen juntos y
la ingente cantidad de dinero que mueven las competiciones deportivas
han convertido a las apuestas ilegales en un mal endémico difícil de
erradicar.
El Centro Internacional para la Seguridad del Deporte (ICSS), organización sin ánimo de lucro financiada con fondos de Catar y presidida por el ex militar Muhammed Hanzab, estima que el 80% de las apuestas deportivas que se llevan a cabo en el mundo son ilegales. Según este organismo, de los 500.000 millones de euros que mueve el sector del juego al año, solo 100.000 millones estarían dentro del marco legal. Asia es el principal mercado de apuestas ilegales del mundo. El vacío legal que impera en la mayoría de los países de la región ha atraído a mafias y organizaciones criminales, que han encontrado una forma mucho más rentable para blanquear dinero que cualquier paraíso fiscal o sociedad off-shore.
El amaño de partidos es una pandemia difícil de combatir que socava la integridad y credibilidad del deporte como fenómeno de masas. Frenar las apuestas ilegales requiere medidas de consenso global y una colaboración inmediata entre autoridades, federaciones y organismos, que ahora mismo resulta impensable. La amenaza del match fixing exige que las principales instituciones que dirigen el mundo del deporte hagan un ejercicio de responsabilidad y fomenten la transparencia para frenar a las mafias y garantizar a los aficionados una competición limpia.
El Centro Internacional para la Seguridad del Deporte (ICSS), organización sin ánimo de lucro financiada con fondos de Catar y presidida por el ex militar Muhammed Hanzab, estima que el 80% de las apuestas deportivas que se llevan a cabo en el mundo son ilegales. Según este organismo, de los 500.000 millones de euros que mueve el sector del juego al año, solo 100.000 millones estarían dentro del marco legal. Asia es el principal mercado de apuestas ilegales del mundo. El vacío legal que impera en la mayoría de los países de la región ha atraído a mafias y organizaciones criminales, que han encontrado una forma mucho más rentable para blanquear dinero que cualquier paraíso fiscal o sociedad off-shore.
El amaño de partidos es una pandemia difícil de combatir que socava la integridad y credibilidad del deporte como fenómeno de masas. Frenar las apuestas ilegales requiere medidas de consenso global y una colaboración inmediata entre autoridades, federaciones y organismos, que ahora mismo resulta impensable. La amenaza del match fixing exige que las principales instituciones que dirigen el mundo del deporte hagan un ejercicio de responsabilidad y fomenten la transparencia para frenar a las mafias y garantizar a los aficionados una competición limpia.
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