Un triunfo en cancha neutral bajo alta tensión

 

El Salvador es un país que ha sufrido a lo largo de su historia. Dos de las hazañas históricas en el fútbol llegaron bajo una crisis política. Las clasificaciones a las Copas del Mundo de 1970 y 1982 sirvieron de alegría para un pueblo que vivía bajo la zozobra, donde reinaba el ambiente de guerra.

En este artículo nos enfocaremos en el año de 1969. Una fecha como hoy, 27 de junio, El Salvador y Honduras debían jugar en cancha neutral el tercer partido de su serie eliminatoria que definiría qué selección buscaría el pase al Mundial de México 1970 ante Haití.

Las repúblicas de El Salvador y Honduras ya evidenciaban un quiebre en sus relaciones diplomáticas que desembocaría en una guerra corta pero que tuvo efectos colaterales porque echó abajo los planes de desarrollo económico regional materializados entonces en el Mercado Común Centroamericano y sirvió para consolidar a las dictaduras militares de ambos países.

El imaginario popular denominó por simplicidad y de forma peyorativa que la eliminatoria mundialista entre salvadoreños y hondureños fue "la Guerra del Fútbol", pese a que sociólogos e historiadores desmintieron que haya sido una causal.

Para El Salvador esta fue su primera eliminatoria mundialista. Disputó diez partidos desde el 1 de diciembre de 1968 al 8 de octubre de 1969. 

Luego de superar la fase de grupos donde se eliminó a las selecciones caribeñas de Surinam y Antillas Holandesas, El Salvador enfrentó en semifinales a Honduras.

Jugaron tres partidos, porque cada selección ganó un partido. Ese partido extra se celebró en el Distrito Federal, capital de México.

El juego 1 fue el 8 de junio de 1969 en el estadio nacional de Tegucigalpa ante 17,827 espectadores.

Con arbitraje del peruano Arturo Yamasaki, Honduras ganó 1-0 con gol de Leonard Wells Myveth.

El segundo partido se jugó en el estadio nacional Flor Blanca el 15 de junio. El Salvador se impuso 3-0 con goles de Juan Ramón Martínez (27', de penal; y al 41') y otro de Elmer Acevedo (29'). Este partido fue pitado por Walter José Maria Van Rosling de Curazao. Asistieron 5,827 espectadores. Pese al triunfo con mayor renta de goles no existía el reglamento de que valía el mejor average. 

Ese tercer juego de carácter definitorio se disputó el 27 de junio de 1969 en el estadio Azteca ante 15,326 aficionados. El encargado de impartir justicia fue el mexicano Abel Auilar Elizalde. El resultado fue a favor de los salvadoreños por 3-2.

Los goles fueron anotados por Juan Ramón Martínez (10' y 29) y Mauricio "Pipo" Rodríguez (101') por la Azul; y Rigoberto Gómez (27' y 52') por la "H".

Esa noche hubo un aguacero, se jugó en condiciones malas del terreno de juego, los jugadores no tenían calzado de rosca que favoreciera su desplazamiento. Fue más un partido por el orgullo nacional.

Ese día El Salvador alineó con Gualberto Fernández, Roberto Rivas, Jorge Vásquez, Salvador Mariona, Mauricio Manzano, Salvador Flamenco, José Quintanilla, Mario Monge, Elmer Acevedo, Juan Ramón Martínez y Mauricio Rodríguez. También jugó Jorge "Calero" Suárez, quien sustituyó al portero Fernández.