Clasificar a costa de los números en contra

El Salvador debe sumar el domingo ante Jamaica para buscar su clasificación a cuartos de final.

El Salvador definirá este domingo si accede a los cuartos de final de Copa Oro. Jamaica, un rival que ha desbaratado sueños en el pasado

Víctor Zelada Uceda

El Salvador, en esta Copa Oro, ha tenido los dos lados de una moneda. Comenzó su travesía con un resultado lógico, cayendo ante México 3-1 que, aunque participa con una selección B, ostenta el reinado de esta competición. Tras eso, las voces de pesimismo afloraron pero el jueves salió a relucir el orgullo con un triunfo 2-0 sobre Curazao. 

De este último encuentro, que significó el partido oficial número 30 en Copa Oro desde 1996, le permitió a la Selecta recuperar la autoestima perdida. Tenía 4 años de no ganar en este evento y estaba cerca de cumplir seis meses sin victorias en el 2017.

El equipo de Eduardo Lara tuvo que aceptar que la falta de definición no le permitió tener un average a favor de goles que podría ser clave al momento de definir puestos de clasificación.

Sin embargo, sus tres puntos en el Grupo C no le permiten tocarhacer fiesta. Literalmente no ha afianzado nada. Simplemente está firme en el tercer lugar pero la clasificación a cuartos de final parte por sumar el domingo en el Alamodome de San Antonio, TX.

¿Sumar a cómo dé lugar? La respuesta es fácil. Jamaica, su próximo rival, ha hecho mejor su trabajo en el torneo. Suma 4 puntos, uno más en la tabla, gracias a su victoria 2-0 sobre Curazao y su empate sin goles ante México. 

El Salvador tiene un panorama sombrío. Si quiere conformarse con entrar como uno de los dos mejores terceros, ya sabe que Honduras finalizó fase de grupo con 4 puntos (gracias a su victoria sobre la mesa ante Guayana Francesa por alineación indebida de Florent Malouda y su empate contra Canadá el viernes); Martinica tiene tres puntos en el Grupo B pero no debe descartársele.

Ahora pasemos a las probabilidades. La Selecta tiene todo en contra. En Copa Oro, cuando enfrentó a los 'Reggae Boyz' tuvo el mismo desenlace... perdió. En 1998 cayó 2-0 (en la despedida de Mágico con la camiseta salvadoreña); en 2009 y 2015 se repitió la dosis de 1-0 en contra. 

Y si eso es poco, la selección salvadoreña tiene 8 partidos consecutivos sin ganar. No supera a este rival caribeño desde el 15 de noiembre de 2000, por eliminatoria mundialista, con marcador de 2-0 gracias a Juan Carlos Padilla (17') y Jorge "Zarco" Rodríguez (penal al 24').

Desde entonces, Jamaica ha ganado 6 de esos últimos 8 enfrentamientos y se han registrado 2 empates. Además, ha marcado 13 goles desde el 2004 a la fecha y ha encajado solo dos goles en el amistoso del 2011 (3-2 cuando anotaron Jaime Alas y Lester Blanco). Luego, paremos de contar.

El Salvador debe también superar a una defensa jamaicana que no ha sido superada en 180 minutos de la Copa Oro 2017. Curazao y México no pudieron. Jamaica, que tiene como líder en el campo al jugador del Portland Timbers Darren Mattocks, no olvida que solo hace dos años alcanzó la final de este torneo y que necesita recuperar el prestigio perdido porque pasó de quedarse al margen de la Hexagonal y de perder la Copa del Caribe. Sin duda, es un equipo que promete complicar a los salvadoreños.

¿Qué puede ofrecer la Selecta ante tanta adversidad? Necesita apoyarse una vez más en la química entre Rodolfo Zelaya y Gerson Mayén para abrir el mediocampo y defensa de una Jamaica que tiene orden. En defensa siempre hay tarea por corregir, aunque Curazao no haya anotado, porque la banda izquierda lució frágil y sacrificó al portero Benji Villalobos, lesionado en ese compromiso. 

Para los salvadoreños será clave cuidarse de las faltas a balón parado. La estatura y fuerza física del futbolista jamaicano le saca ventaja en el juego aéreo. 

Quedan pocas horas para ese juego que marcará el futuro de El Salvador que sueña con clasificar por quinta ocasión a una instancia de cuartos de final, esa ronda a la que no pudo entrar en 2015.

Además, este es su Mundial. Sin la ilusión de Rusia 2018, la Copa Oro es el torneo para revivir y cobrar esperanza a un fútbol que ya se acostumbró a dar más tumbos que aciertos.