La pretemporada: ¿Un período especial?

El período preparatorio, conocido como pretemporada, es uno de los temas más abordados durante estas semanas. Los equipos profesionales empiezan a ponerse a punto para el inicio de la competición, y los no tan profesionales (económicamente hablando) cuentan los días para empezar a hacerlo. Es raro el día de verano que no leamos sobre esto o aquello relacionado con este período, por tanto, puede ser buen momento para ordenar nuestras cabezas.

Sirva esta entrada para exponer algunas ideas personales sobre este período. Un diferente o igual punto de vista al tuyo, que no tiene mayor objetivo que el de crear inquietud y poder reflexionar sobre algunos aspectos que damos por sabidos. No pretendo defender o criticar una u otra forma de trabajar. Si estudiamos el pasado, aprenderemos que:

¡Todas las metodologías ganaron trofeos!

Desde que se empezara a concebir el entrenamiento del fútbol como la mejora de los cuatro componentes que lo forman (Física, Táctica, Técnica, Psicológica), quizás por primera vez en el Este de Europa, el componente físico pasó a tener una importancia extrema. Se trajeron las Metodologías de Entrenamiento usadas en los deportes individuales, principalmente del atletismo, lo que provocó algunas consecuencias que aún hoy en día siguen vigentes: la importancia extrema al período preparatorio, donde se debe conseguir una gran forma deportiva (¿forma física?) que sustente el calendario competitivo. ¿Principal problema? la pretemporada en fútbol es muy corta, cortísima. La exigencia competitiva abarca la mayoría del año, y por eso, el tiempo de preparación exento de competición es escaso, al contrario que pasa en algunos deportes individuales donde estas variables se intercambian. De la mano de esta corriente, es común encontrar a entrenadores y preparadores físicos con la máxima de "en pretemporada llenamos el depósito.

Pese a que hoy en día esta creencia está algo más desmitificada que antaño, aún son muchos los que la siguen exponiendo.

Quizás lo más lógico sería pensar y concebir que tenemos unas semanas sin competición, unas semanas sin la presión de ganar o perder, y a partir de ahí ver qué objetivos podemos marcarnos para este período. Unos objetivos que podrían ir más allá de ponernos a punto (físicamente).

Los formatos y tiempos de trabajo durante este período del entrenamiento han ido variando notablemente durante los últimos 20-30 años. Se ha pasado desde las, a estas alturas, viejas aseveraciones de los fisiólogos y metodólogos del entrenamiento que aseguraban que se necesitaban un mínimo de 10 semanas de trabajo en este período para garantizar las adaptaciones fisiológicas que permitirían elevar el rendimiento físico del jugador, a la realidad actual en la que un equipo comienza a jugarse competencias importantes ya durante la segunda o tercera semana de trabajo.

Sucede que el deporte contemporáneo, y el fútbol en particular, se han constituido en un nicho efectivo que permite a empresas promocionar sus productos mediante el patrocinio. Las empresas necesitan promocionar más y de mejor manera sus productos, y el deporte que gana cotidianamente más espacio en los medios de comunicación las ayuda eficientemente a realizarlo, al mismo tiempo de beneficiarse económicamente de ello. Esta situación generó las condiciones de base que permiten la ejecución de un mayor número de competiciones anuales. De este modo los crecientes intereses comerciales y mediáticos, unidos a tantos otros, y puestos sobre el fútbol han jugado un importante rol en el incremento del número de competiciones que se juegan anualmente. Esta situación ha reducido notablemente en los últimos años el tiempo disponible para desarrollar el entrenamiento durante la etapa pre-competitiva.

Es habitual que cuando te enfrentas a la tarea de tener que preparar una pretemporada de fútbol no sepas por dónde empezar. Está claro que el objetivo siempre es formar un equipo competitivo y preparado física y tácticamente para obtener resultados desde el primer partido de la temporada, pero ¿cómo conseguirlo?

Los principales problemas con los que se enfrenta un entrenador de fútbol en pretemporada pasan por:
- Conseguir la cohesión de un equipo que se acaba de reunir tras semanas de vacaciones.
- Aparición de nuevos jugadores que han de integrarse en el anterior grupo sin apenas conocerse
- Cubrir vacantes de jugadores que ya no están en el equipo
- Jugadores que preparan la pretemporada en las instalaciones del club y no viajan con el equipo
-Futbolistas en situación indefinida dentro del club: no saben si se quedan o se transfieren, por lo que los entrenamientos con ellos son especiales en pretemporada.

Este contexto requiere de un gran trabajo psicológico por parte del entrenador para que el sentimiento de grupo nunca decaiga en pretemporada. Además, de este trabajo mental, la pretemporada implica un trabajo físico y táctico para conseguir un equipo de fútbol competitivo al comienzo de la temporada. El entrenador ha de marcar objetivos globales con su grupo teniendo en cuenta objetivos específicos relativos a:

1. Resistencia
2. Fuerza
3. Velocidad
4. Juego (aspectos técnicos y tácticos)
5. Trabajo preventivo

Un aspecto más que importante que tenemos que tener en cuenta es el sobreentrenamiento, que se puede sostener en este periodo producto de malas cargas de trabajo y de la relación carga-descanso.

La literatura está documentado como la falta de concordancia entre la capacidad de absorber carga por parte del jugador con la carga recibida termina promoviendo un sobreentrenamiento no funcional e incrementando los riesgos de daño tisular y lesiones.

Kraemer y asociados en 2004 reportaron que los futbolistas que ingresaban al período competitivo con síntomas de sobreentrenamiento experimentaban una disminución del rendimiento en la capacidad de sprint, salto vertical y fuerza de los miembros inferiores en la etapa competitiva.

Además Sampietro (2012) en un excelente trabajo de revisión, ha reportado claramente como en el período precompetitivo existe una mayor cantidad de lesiones por sobreuso respecto al período competitivo, lo cual se asocia claramente al incremento en la carga de trabajo y, que la cantidad más alta de lesiones traumáticas producidas en partidos se genera a inicios del torneo. Esto sugiere no sólo problemas de tapering, sino que los jugadores llegan con elevados niveles de fatiga al inicio del torneo causado por la carga de trabajo de la etapa anterior que tiende a ser excesiva, y al mismo tiempo, inespecífica ya que la falta del control motor que habitualmente causa este tipo de lesiones no sólo se deben a la fatiga acumulada sino también a una insuficiente ejecución de tareas de entrenamiento relacionadas con el juego durante la etapa pre-competitiva.

Lectores próximamente la seguiremos…………… hasta el próximo martes!!!!!!!!

Prof.Lic. Ricardo Palladino


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