Tin Ruíz, más que un pescador de sueños
Agustín Ruiz, fiel a su labor de pescador. Fotos: Ernesto Martínez, elperiodista.com.sv |
Datos: www.elperiodista.com.sv
Este lunes, el sitio digital El Periodista publicó una entrevista de uno de los referentes de la Selección de Fútbol Playa, Agustín Ruiz. Fue escrita por la colega Nancy Pérez. A continuación reproducimos su material en este blog por ser una lectura recomendable para nuestros lectores.
Es un hombre humilde, que se preocupa por su familia, el futuro de sus hijos y la comunidad que lo recibió cuando apenas tenía un año de vida, pero de la cual se siente más que un miembro. Un ser que transmite paz y mucha serenidad algo que transmite en cada palabra cuando se habla con él. El astro playero que destaca como máximo goleador en torneos oficiales de fútbol de playa.
Su nombre es José Agustín González Ruiz, mejor conocido como “Tin” Ruiz, un muchacho que nació en el seno de una familia sencilla en Jucuarán el 1 de diciembre y quien ahora es buscado por turistas nacionales y extranjeros en la Isla Pirraya, de San Dionisio, Usulután, para fotografiarse con quien es considerado el máximo goleador en torneos oficiales de fútbol de playa.
Un joven quien, pese a que es famoso, mantiene sus pies sobre la tierra o la arena, que no pierde esa humildad, se encuentre en la isla donde habita o en el extranjero jugando como la vez que fue a Dubai.
Y aunque no sabe leer ni escribir, Dios le ha dado talento para el deporte, es por eso que el no estudiar no es impedimento para que sea un grande, no solo como futbolista de playa sino como ser humano que mantiene su integridad. “Dios me bendice y me guarda de todo peligro”.
“Creo que mi persona no pudo estudiar por los recursos, pero 'primeramente' Dios seguiremos, mi esposa me va a enseñar y mi hija que ha sacado segundo grado, 'primeramente' Dios ella me va a enseñar”.
Es por eso que en los campeonatos cuando le piden autógrafos solo escribe su nombre y el número Diez que cuelga con orgullo en su camiseta.
De sus padres Máximo Ruiz y su madre, Marta González aprendió valores como la tenacidad, trabajo arduo, algo que agradece mucho.
“Ellos siempre me han apoyado en el deporte. Mi papá fue una persona que le gusto el deporte y que bastante gente lo admiró cuando jugaba, fue un padre muy bueno para jugar y creo que saqué lo de mi papá y tengo esas cualidades para jugar. Mi mamá me enseñó a trabajar al lado de mi padre”.
Su día normal, revela, inicia a las cuatro de la mañana, hora que prepara la comida para después disponerse a cargar las redes y la lancha para pescar mar afuera o al estero.
Esta labor la aprendió gracias a su padre, quien le enseñó a remendar redes y a pescar desde los diez años.
Ahora, sus días, cuando está de cerca del mar, los inicia pescando boca colorada, macarela, rodal, targeta, entre otros.
Relata que cuando está pescando, disfruta la naturaleza, el aire que respira y el agua, por eso cuando el sol está muy fuerte, se tira a dar un chapuzón para que el sol no caliente mucho el cuerpo.
“Nosotros esperamos la marea, cuando hay producto nos vamos mar afuera a veces todo el día, hasta el siguiente día, el día y la noche, y a veces no conseguimos nada, ni para la gasolina, pero cuando está bueno, se ganan sus 50 dólares al día”.
Recuerda que su mejor triunfo pescando se dio un 1 de enero, cuando casi se hunden de tanto pescado que habían logrado. “Con mi compañero veníamos como a las nueve de la mañana y traíamos la lancha full de pescado, quizás eran más de dos mil pescados, porque traíamos la lancha llena de peces”, rememoró emocionado.
Cuando se encuentra en la isla, exterioriza, después de pescar, se dispone a reposar en una hamaca, pero lo que no puede perder son los entrenos con la selección los días martes.
Al hacer memoria de sus inicios, agradece a Dios y a sus compañeros con quienes organizó un torneo en la cancha de la isla La Pirraya y donde lo descubrió el profesor Rudy para que formara parte de la selección de playa.
Esas habilidades y capacidades en la cancha y fuera de ella hicieron que trabajara y se preparase para estar en el primer mundial que fue en Francia, una bonita experiencia donde no lograron lo que esperaban.
Pero la tenacidad del joven y de sus compañeros, los hizo seguir adelante y por eso nunca desfallecieron, al contrario aprovecharon toda oportunidad que se les presentó.
No obstante, fue ya en la segunda eliminatoria donde fueron campeones y participan en el mundial de Dubai sin mayor suerte, donde no lograron estar en los cuartos de finales.
Pero los éxitos llegaron más adelante, algo que le ayuda a cambiar su estilo de vida gracias a Dios, quien lo aguarda.
Ahora, después de ser famoso, reconoce, viene la recompensa y la vida en su hogar ha cambiado y han salido adelante desde que lograron el cuarto lugar en Italia.TIN10
Un padre amoroso, un esposo ejemplar
"Tin" Ruiz se deja ver sin máscaras, al descubierto en la Isla La Pirraya, donde saca a flote sus sentimientos, emociones, alegrías y tristezas.
Cuenta, emocionado, que es feliz siendo padre de una niña de siete años (Katherine Juliana) y de (José Manuel) de tres años, quienes junto a su esposa, Mar Vidalia, también le sirve a Dios en la iglesia, tratan de conformar una familia unida en las buenas y en las malas.
Pero ¿qué siente Tin Ruíz cuándo viaja al extranjero y deja a su familia? “Sí he sufrido porque es un sacrificio que hacemos por nuestras familias, nuestros hijos, nuestros hogares, creo que es un sacrificio muy grande, pero igual tenemos que hacerlo para sacar adelante a nuestras familias. Es bonito representar el país en el extranjero y entonar el himno nacional, es un motivo de buscar un boleto a la copa del mundo”.
Confiesa que su mayor dificultad que le ha tocado experimentar es esa estar sin su familia, en un hotel fuera de su país, conviviendo con sus compañeros y no tener a sus hijos para poder comer con ellos.
Aunque asegura que su comida favorita siempre ha sido el pescado revela que en el extranjero disfruta de las pastas y vegetales para estar siempre en las condiciones que requiere como jugador.
Ser un jugador destacado es para él una gran alegría y por eso cuando sale fuera de su casa al centro de Usulután, San Salvador o San Miguel no le molesta que las personas le pidan posar para una fotografía o un autógrafo.
“Tengo que hacerlo porque no podemos negarle a un niño, una madre, una foto. Mi persona siempre ha sido humilde, pero sabemos que tenemos que reconocer el trabajo que estamos haciendo”.
"Tin" Ruiz cuenta que salir a la calle y que las personas le feliciten por los goles o el trabajo que realiza es motivar ver cómo lo aprecian, y le sirve para tener más actitud y carácter cuando están en la concentraciones para seguir dándole alegría a los salvadoreños.
“Mi esposa me apoya y me dice que siga adelante, que no ande en los vicios y que sea humilde… la humildad lo lleva al éxito a uno y eso es importante, al igual que la disciplina”.TIN9
“Dios es una gran bendición para uno, por él respiramos el aire, el pan de cada día que nos da, siempre le digo a los amigos que lo principal es tener a Dios en los corazones y encomendarse a él porque es el único que nos guarda de cada peligro”.
Y aunque estuvo seis meses en la iglesia, el deporte también requería de su tiempo... “servir a Dios es importante y dejar las cosas del mundo así como encomendarse a él”
Y aunque es un jugador salvadoreño de fútbol de playa, máximo goleador en torneos oficiales con varias anotaciones y capitán de la selección nacional de su país, su humildad se mantiene.
Por eso y por otras muchas cualidades más Movistar y Fundación Telefónia nombraron al astro playero como su embajador y la nueva imagen de esta compañía telefónica en el país.
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